Introducción:
El plato estrella que no puede faltar en cualquier cocina de aprendizaje y conocimientos es la Competencia Lingüística. Se puede cocinar de múltiples formas y cuando acompaña al resto de competencias consigue dar un gusto especial muy sabroso.
Resulta un alimento indispensable en la dieta de nuestros alumnos porque favorece el crecimiento y la aparición de destrezas y capacidades para saber, saber hacer y saber ser.
En esta receta la vamos a cocinar como plato principal de un menú muy especial, esperamos que os guste.
Ingredientes:
- 500 gr. de comprensión lectora.
- Un tazón de composición de textos escritos.
- Un chorrito de lengua oral.
- Una cucharadita de otras lenguas.
Elaboración:
La elección de textos es el primer paso a la hora de cocinar; una buena comprensión lectora se consigue macerando una diversidad de clases de textos junto con sus características; cuando vayas al mercado compra textos continuos, discontinuos e hipertextos. Trabajar la masa con esta diversidad de textos es el primer paso para el éxito culinario.
El lector es el recipiente. Cada recipiente tiene sus propias habilidades y construye el significado en función de la lectura expresiva e interpretación de textos, capacidad de síntesis de los mismos, identificación y análisis de información, apreciación de la lectura como medio de desarrollo de valores,…
Según el motivo del evento podemos leer en función grill (para informarse), a fuego lento (para aprender), a máxima temperatura (para opinar) y con ventilador (para disfrutar).
El toque gourmet al plato lo da la competencia en composición de textos ya que la competencia lectora sin composición de textos quedaría insípida. Para la composición de textos es fundamental saber ¿por qué escribo?, ¿qué pretendo conseguir?, ¿a quién va dirigido? y ¿qué texto voy a escribir?
La lengua es esencialmente oral por eso es muy importante que elijas una buena dosis, con una mezcla justa de la competencia para hablar y de la competencia para escuchar. Dependiendo de los invitados que tengas para cenar tendrás que ajustar y ser preciso a la hora de utilizar este condimento para adaptarla a los gustos de tus comensales y conseguir una buena comunicación.
Para enriquecer tu guiso no olvides la cucharadita de otras lenguas poniendo cuidado a la hora de administrarla.
Truco del chef:
Este plato estrella, el de la competencia lingüística, es muy sano por lo que lo podemos incluir de manera habitual a nuestra dieta de aprendizaje.
Al principio su elaboración puede parecer complicada pero lo importante es practicar, investigar y compartir el resultado con los demás.